UCASAL organizó una clase abierta para estudiantes que manifestaron interés por la licenciatura. La propuesta, pensada como un espacio de participación y acercamiento real a la profesión, buscó orientar y acompañar el descubrimiento vocacional mediante una actividad concreta, en contacto con alumnos y docentes de la Licenciatura.
A partir de la convocatoria que generó el Open Day -un evento destinado a que jóvenes de los últimos años de secundaria conozcan el campus, las carreras y los servicios- la Universidad Católica de Salta llevó adelante una cátedra abierta con algunos de los interesados en estudiar la Licenciatura en Trabajo Social.
A través de la asignatura Fundamentos del Trabajo Social, el objetivo de UCASAL fue acercar la carrera a los jóvenes mediante una clase participativa. La actividad, que se realizó por segundo año consecutivo, presentó las bases de esta rama de estudio, así como también compartió testimonios de estudiantes avanzados.
La directora de la Escuela Universitaria de Trabajo Social en UCASAL, Lic. Ana Soria, da a conocer más detalles sobre esta innovadora propuesta.
A partir del Open Day, ¿cómo surge la idea de realizar una clase abierta para los interesados en estudiar la carrera?
– La idea surge como una posibilidad de convocar y compartir un espacio con estudiantes de los últimos cursos del secundario, interesados por el campo de lo social, que quieran informarse específicamente acerca de qué trata el Trabajo Social.
Es la segunda vez que se trabaja con una clase abierta. Este año decidimos repetir la estrategia porque en 2024 fue exitosa. En esa ocasión participaron nueve chicos, de los cuales cinco se inscribieron en la carrera.
Este año participaron 12, se hizo una encuesta de evaluación y siete dijeron que volverían a una segunda clase.
¿Qué profesores estuvieron a cargo, cuándo se realizó y en qué lugar?
– Estuvieron a cargo los integrantes del equipo de cátedra de la asignatura Fundamentos del Trabajo Social, la Lic. Maria Dulce Guantay y el Lic. Agustín Delgado. Esta materia forma parte del primer año de la licenciatura en Trabajo Social, siendo parte del tronco teórico metodológico de la carrera.
Se llevó a cabo el día martes 13 de mayo, en el horario de la cátedra, en el campus, lo que permitió que realizaran dinámicas participativas fuera del espacio áulico.
¿Qué bases se sentaron para los estudiantes que aspiran a estudiar la carrera?
– Cómo interviene el trabajador social en diferentes situaciones, revisando diferentes matrices epistemológicas de intervención. Cuáles son las áreas de incumbencia, las competencias y los campos de intervención profesional.
Esto se trabajó en un espacio participativo, integrando a los estudiantes de nivel secundario con los alumnos y alumnas de primer año de la licenciatura, con dinámicas que se desarrollaron en el campus y en el espacio áulico.
¿Qué conclusiones o resultados pudieron obtener, desde la facultad, del encuentro?
– Este espacio habilitó el planteo de las inquietudes de los/as potenciales ingresantes y acompañó el proceso de discernimiento vocacional/profesional de los chicos.
Además, la clase abierta posibilitó compartir entre los estudiantes de quinto año y los inscriptos en el primer año de la carrera, dando lugar a la socialización de experiencias vinculadas a la vida universitaria.
Desde la facultad, ¿cuál es el perfil de jóvenes o interesados que buscan admitir a la carrera?
– El perfil de estudiantes que se busca son jóvenes interesados en el campo de lo social. Dada la respuesta de los participantes, se evalúa esta acción como altamente positiva, ya que permite que, aquellos que se encuentran en proceso de discernimiento vocacional, puedan vivenciar desde otro lugar lo que es el Trabajo Social.
A quienes están indecisos, o no conocen de qué se trata, ¿en qué consiste la tarea de ustedes, los trabajadores sociales?
– El Trabajo Social en territorio implica una intervención situada, concreta y comprometida con las realidades locales.
El territorio no se entiende sólo como un espacio geográfico, sino como un entramado de relaciones sociales, culturales, económicas y políticas, donde se manifiestan desigualdades, conflictos, necesidades y potencialidades.
En ese marco, el Trabajo Social escucha, analiza y actúa, promoviendo procesos de transformación junto a las personas, grupos y comunidades. Su tarea no es “llevar soluciones”, sino construirlas colectivamente, reconociendo los saberes locales, fortaleciendo redes, articulando con políticas públicas y potenciando la organización social.
Desde una perspectiva crítica y ética, el profesional del Trabajo Social en territorio identifica situaciones problemáticas, facilita el acceso a derechos, impulsa procesos participativos y genera estrategias de intervención que busquen mejorar las condiciones de vida y promover la justicia social. Trabajar en el territorio implica compromiso, presencia, escucha activa y acción política situada. Es ahí, en lo cotidiano y lo concreto, donde el Trabajo Social cobra sentido, las intervenciones profesionales de los trabajadores sociales son situadas y planificadas, y cobran sentido cuando impulsan procesos de cambio.
¿Cuál es el impacto que pueden generar en la sociedad a partir de esta disciplina?
– El impacto del Trabajo Social en la sociedad es profundo y transformador, porque no solo responde a problemáticas sociales, sino que interviene activamente, promoviendo inclusión, justicia y equidad. Colabora en la visibilización de las desigualdades, que muchas veces están naturalizadas o invisibilizadas, y pone en la agenda pública problemáticas sociales urgentes, promoviendo así la garantía de derechos de personas, grupos y comunidades. Busca el fortalecimiento de organizaciones comunitarias, redes y movimientos sociales, motivando a llas personas a transformar su realidad.
No es sólo resolver necesidades materiales, sino que trabajamos con los sentidos, las identidades, la dignidad de la persona humana y los vínculos sociales, fundamentales para la vida en comunidad.
¿Cuál es el pronóstico, proyectando a futuro, del Trabajo Social? ¿Qué debería cambiar, cómo tendría que evolucionar? ¿Hay algo que se debería recuperar?
– El pronóstico del Trabajo Social a futuro es desafiante y esperanzador a la vez. En un mundo atravesado por crisis estructurales, socio ambientales, sanitarias, económicas y democráticas, esta disciplina está llamada a profundizar su dimensión transformadora, política y crítica, y a reinventarse desde nuevos lenguajes, prácticas y marcos éticos.
Su potencia está en saber leer la complejidad, actuar con otros, sostener el vínculo humano y no renunciar nunca a la justicia social como horizonte. Continuar con el diálogo de saberes, el campo de lo social es de todos, esto implica una apertura epistémica que enriquece nuestra práctica y análisis.
Frente a problemáticas cada vez más interconectadas (desigualdad, violencia, migraciones, crisis ambientales, etc.), el Trabajo Social necesita superar abordajes lineales o asistenciales, desarrollando intervenciones integrales, creativas y estratégicas, con fuerte presencia territorial y capacidad de incidencia.
Por otro lado, la transformación digital y las plataformas tecnológicas no deben vivirse como una amenaza, sino como una oportunidad para crear nuevas formas de acompañar, comunicar, organizar e intervenir, sin perder el vínculo humano ni la ética del cuidado. El anhelo es que la transformación digital no propicie la generación de mayores desigualdades.
Somos actores claves en el diseño de políticas públicas, en la gestión social, en la generación de conocimiento situado, y no sólo en la ejecución de programas. Deberíamos continuar trabajando en la dimensión colectiva, comunitaria y organizativa de la profesión, muchas veces debilitada por la fragmentación institucional o la sobrecarga burocrática.
Es fundamental recuperar, en el día a día, la capacidad de leer lo estructural desde lo cotidiano, no sólo a nivel microsocial; hacerlo a través de actores activos en la construcción de alternativas colectivas, desde un compromiso ético indeclinable con los sectores más postergados.