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UCASAL impulsa el ciclo “Mi Proyecto de Vida” para jóvenes que buscan construir su futuro con sentido

En un contexto donde lo inmediato parece imponerse, UCASAL abre un espacio para jóvenes que quieran redescubrir su identidad, repensar su camino y dar forma a un proyecto personal sólido.

El Instituto de la Familia y la Vida “Juan Pablo II” de la Universidad Católica de Salta (UCASAL) lleva adelante el ciclo de capacitación “Mi Proyecto de Vida”, una propuesta destinada a jóvenes desde los 25 años en adelante que buscan reflexionar sobre su futuro, su vocación y la construcción de un proyecto sólido en un contexto social marcado por la “cultura de lo provisorio”.

El espacio se propone como una respuesta a los desafíos de la posmodernidad, que muchas veces dificultan pensar la vida en clave de compromiso y continuidad. A través de talleres presenciales, los participantes son invitados a detenerse, conocerse y proyectar un camino personal y vocacional que sea fiel a su dignidad y a su ser humano integral.

El ciclo consta de cuatro encuentros presenciales en el Anexo Centro de UCASAL. El primero tuvo lugar el pasado jueves 18 de septiembre y dio inicio a un recorrido formativo que aborda temáticas esenciales vinculadas con la dignidad de la persona y el autoconocimiento, el valor del proyecto de vida y la vocación al amor, la identificación de 

ideales, valores y metas; y las herramientas concretas para diseñar un plan personal con horizonte a corto y largo plazo.

El objetivo central es que cada asistente pueda reconocer el valor de su persona en todas sus dimensiones, al tiempo que adquiere recursos para imaginar y trazar su proyecto de vida con claridad y sentido.

“Mi Proyecto de Vida” está abierto a todos los jóvenes a partir de los 25 años que quieran realizar un alto en su rutina para mirar hacia adentro, descubrir sus talentos y repensar el rumbo de su vida.

En palabras de la propuesta, “en una época donde todo parece descartable, tomarse el tiempo para reflexionar sobre quién sos y qué querés construir es un acto de valentía y una condición para alcanzar la plenitud”.

La invitación es clara: no dejar el futuro al azar, sino animarse a trazar un camino que exprese lo más auténtico de cada persona y abra paso a relaciones y elecciones profundas, fieles al propio ser.