Con la convicción de que “el compromiso se construye desde lo concreto”, estudiantes de UCASAL plantaron árboles, compartieron ideas y alzaron la voz por la casa común.
En un ambiente cargado de entusiasmo, reflexión y compromiso ambiental, estudiantes de más de 15 universidades latinoamericanas se encontraron en el campus de la Universidad del Gran Rosario (UGR) los días 5 y 6 de abril para participar del Campamento Juvenil RUC. Desde UCASAL, la Subsede Buenos Aires fue parte activa del encuentro, representada por un equipo de estudiantes, referentes institucionales y autoridades, quienes aportaron su mirada sobre el cuidado de la casa común.
La Universidad Católica de Salta tuvo un rol destacado en la organización del evento, a través de su sede en Buenos Aires, reafirmando su compromiso con la Red Universitaria por el Cuidado de la Casa Común (RUC). Estuvieron presentes el delegado rectoral Lic. Francisco de Luca, el capellán Giorgio Asenzza, la asistente Paola Reina y la responsable de Extensión, Carina Minotti, junto a alumnas de la Licenciatura en Criminalística que compartieron sus experiencias con jóvenes de toda la región.
Durante las jornadas, los participantes redactaron de forma colectiva una carta de intención dirigida a líderes mundiales, expresando su compromiso como juventudes universitarias frente a la crisis ambiental. A esto se sumaron capacitaciones sobre forestación y reforestación, espacios de debate y la plantación simbólica de lapachos amarillos, como gesto concreto de restauración ecológica.
Para Aylen Escaray, una de las alumnas de UCASAL, el campamento fue “una oportunidad de conectar con jóvenes de diversas universidades y
países, compartir ideologías sobre la conservación del medio ambiente y colaborar en la formulación de proyectos que cada uno podrá implementar desde su propia institución”. Aseguró que la experiencia le dejó “nuevos amigos y un renovado compromiso con el cuidado del planeta”.
La emoción también estuvo presente en el testimonio de Noelia Michel, quien valoró profundamente “un gran aprendizaje sobre el cuidado de nuestro planeta con pequeños actos que en mi día a día nunca había pensado, pero que suman mucho para cuidar donde vivimos”. Añadió: “Volvería a tener esta experiencia mil veces si se pudiera”.
Por su parte, Nayla Orellano destacó el poder de alzar la voz en un mensaje común con otros estudiantes: “Sentí que nuestras ideas podían convertirse en impulso para el cambio. Plantar un árbol fue mucho más que un acto simbólico; fue comprender que el compromiso se construye desde lo concreto”.
El Campamento Juvenil RUC se consolidó como un espacio de articulación entre jóvenes comprometidos con la sostenibilidad, donde UCASAL aportó no solo presencia institucional, sino también convicción y liderazgo juvenil. Una experiencia que dejó huellas, sembró conciencia y proyecta futuras acciones en defensa de nuestra casa común.