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UCASAL NEUQUÉN. “Quería cumplir lo que les prometí a mis padres”

Inició su carrera en 1974 y 30 años después volvió a las aulas porque deseaba cumplir su sueño.

“Yo había comenzado en 1974 a estudiar Abogacía en Córdoba. Hice 4 años, después me casé, prioricé a mi familia y me vine a vivir al sur”, inició María Teresa Pino, una mujer de 66 años que nació en Dean Funes, provincia de Córdoba y cuando se casó, se trasladó a donde ahora es su hogar: Cipolletti, localidad ubicada en la provincia de Rio Negro.

“No estoy para nada arrepentida de haber priorizado a la familia porque la verdad que fue otra etapa de mi vida. Después de 30 años o un poco más, me animé a volver y me inscribí en UCASAL, sede Neuquén”, comentó.

“Volví a estudiar porque quería cumplir mi sueño, quería cumplir lo que les había dicho a mis padres porque cuando un hijo empieza a estudiar, uno lo que quiere es que termine, entonces yo sabía que ese era uno de los sentimientos de mis padres y lo cumplí, un poquito más tarde pero llegó”, agregó emocionada.

De acuerdo a los años transitados, María Teresa agradeció por el apoyo constante a las personas que la acompañaron y ayudaron en la sede, “yo creo que lo mejor es el criterio de selección para la gente que está atendiendo alumnos. Todos los años que estuve lo mejor fue la atención, yo creo que son unos ángeles que nos ayudan todo el tiempo”, relató.

Emocionada hizo referencia al prejuicio que tiene la gente de la edad en la que se empieza a estudiar, “cuando uno tiene ese sueño, hay que perseguirlo. Se puede estudiar en cualquier momento de la vida, no hay que limitarse en ese sentido. Hay mucha gente que piensa que al compartir una clase con chicos jóvenes se van a sentir desplazados y la verdad que no me pasó eso nunca, es más, me acomodé a las circunstancias de los chicos. Hay que dejar ese prejuicio porque mucha gente no va a la universidad por lo que van a decir”, recordó.

“Tampoco hay que restringirse ante un fracaso, mi marido me decía que yo me ponía loca cuando me iba mal, ¡claro que me ponía loca!, pero eso duraba 2 o 3 días, después se me pasaba todo y seguía. Y llegué, porque todo llega”, finalizó.