Marcela viajó durante 4 años 300 kilómetros para poder rendir en la sede más cercana a su pueblo y así finalizó la carrera de abogacía.
Marcela Jofre Perea empezó a estudiar abogacía en la ciudad de La Plata pero tiempo después regresó a Neuquén por cuestiones familiares. Apenas llegó, se inscribió en la sede UCASAL de la capital de su provincia para continuar con la carrera, luego se anotició que cerca de su ciudad también se encontraba nuestra universidad en la sede de Zapala.
Marcela es de Chos Malal, una ciudad ubicada en el norte de la provincia del Neuquén, se encuentra a 600 kilómetros de la capital neuquina y a 300 de Zapala, “que la sede esté en Zapala me facilitó mucho porque tengo familiares ahí por ende tenía un lugar donde quedarme y la trayectoria del viaje era más corta”, comentó la profesional, quien cada vez que tenía que rendir subía a un colectivo muy temprano y a las 5 de la tarde regresaba para estar con su familia.
“Durante mi trayecto en la universidad, hice una pausa porque tuve hijas. Actualmente tengo dos, una de 8 y otra de 3 años, pero en ese tiempo tenía a mi nena en el jardín. Tuve mucha ayuda de parte de mi pareja y familiares que la cuidaban mientras yo estudiaba o viajaba para ir a rendir”, relató. Sus días eran cansadores pero el recibirse fue satisfactorio.
Marcela fue el claro ejemplo de que la educación digital da oportunidades que tiempo atrás eran inimaginables. “UCASAL me dio mucha más accesibilidad por su modalidad, estudiar virtual me dio la posibilidad de hacerlo a mi tiempo y forma, yo estudiaba durante la madrugada, cuando mis hijas y mi esposo descansaban”, contó la abogada, “terminé con ojeras, pero valió la pena”.
Su familia, su fuerza y voluntad para seguir adelante y la modalidad digital fueron lo esencial para que Marcela pueda cumplir sus sueños. “La modalidad digital me super funcionó, por eso estoy recibida”, finalizó.