Desde hace dos años, en la cátedra de Introducción a la Historia Argentina de la carrera de abogacía de UCASAL vivimos la clase de una manera distinta.
Junto al equipo docente y a los estudiantes podemos ingresar a un entorno que diseñamos especialmente para la materia, y donde se dicta la asignatura completa mediante la plataforma Frame.

La actividad, coordinada por el profesor Andrés Warschauer y acompañada por el soporte técnico que brindamos desde Innovalab, marcó un nuevo hito en la incorporación de mundos inmersivos colaborativos a la enseñanza universitaria.
Esta experiencia no fue un experimento aislado: forma parte del proceso que venimos llevando adelante desde hace años, explorando cómo los entornos virtuales pueden transformar la manera de enseñar y aprender disciplinas que requieren un fuerte componente visual, espacial e interactivo.
Un aula convertida en mundo histórico
El equipo docente, integrado por el profesor Andrés Warschauer y Valentín Patzi, nos planteó la idea de dictar una cátedra completa desde el metaverso. Desde Innovalab diseñamos un espacio temático dentro de la plataforma, ajustado al contenido de la materia.
El entorno incluye:
- Paneles para exponer imágenes.
- Imágenes en formato PNG vinculadas a enlaces para acceder al material de estudio.
- Zonas de voz, lugares para debatir o hablar entre usuarios sin ser escuchados por el resto.
- Una pantalla donde el profesor puede transmitir en vivo su cámara web o su escritorio.
- Un bot impulsado por inteligencia artificial, entrenado para ser un historiador reconocido y responder preguntas de los alumnos.
Una vez finalizado el diseño, compartimos el acceso para que los alumnos inscriptos pudieran ingresar cada uno con su respectivo avatar. Para hacerlo, bastó con abrir el enlace en sus dispositivos como computadora, tablet o celular.
Para la comodidad de los alumnos grabamos instructivos donde explicamos paso a paso cómo crear su propio personaje (avatar) y cómo navegar dentro del metaverso.

Entrar al pasado: la clase inmersiva
En la primera experiencia, más de 15 avatares personalizados aparecieron en el centro del entorno. El profesor Warschauer dio la bienvenida con su avatar y comenzó la clase como lo haría en un aula física: presentó el tema del día, mientras los estudiantes podían caminar alrededor del entorno, hacer clic en las imágenes y acceder al contenido de la materia.
Durante la clase, los alumnos se dividieron en grupos: algunos se quedaron con el docente en la zona principal, otros recorrieron el entorno o simplemente exploraron las funciones o movimientos de los avatares. Todo en tiempo real.
Luego, el profesor propuso un ejercicio práctico: repartió a los usuarios en 4 grupos, los cuales se dirigieron a las zonas de voz asignadas para debatir un tema de la materia. Veinte minutos después, los avatares se reunieron nuevamente y un representante de cada grupo expuso lo debatido.
De la observación al razonamiento histórico
Finalizada la ronda de exposiciones, dedicaron los últimos 30 minutos al debate colectivo. El profesor lanzó preguntas disparadoras y los estudiantes respondieron levantando la mano virtualmente o escribiendo en el chat general.
Los objetivos pedagógicos alcanzados fueron claros:
- Aplicar conocimientos teóricos en un contexto visual y tridimensional.
- Desarrollar habilidades de investigación autónoma y trabajo colaborativo remoto.
- Practicar exposición oral en un entorno innovador y sin la presión del aula física.
- Generar mayor retención gracias a la experiencia emocional de “haber estado ahí”.
Lo que el metaverso aporta a la enseñanza de Historia
La experiencia demostró que el metaverso no sustituye al docente ni a la bibliografía: los potencia. En una materia donde las imágenes planas de los libros nunca alcanzan a transmitir la monumentalidad de un templo o la escala real de un objeto, el entorno inmersivo permitió que los estudiantes vivieran el pasado de manera directa.
Entre los beneficios observados por alumnos y docentes destacamos:
- Mayor concentración: el entorno visualmente rico elimina distracciones externas.
- Participación casi total: incluso los alumnos más tímidos intervinieron activamente.
- Flexibilidad geográfica: Alumnos cursaron desde otras provincias sin problemas.
- Accesibilidad: la plataforma está disponible 24/7.
- Feedback inmediato: el docente puede ver en tiempo real quién explora cada zona, sacar conclusiones y ajustar la clase.
Una experiencia que proyecta el futuro de la enseñanza
La clase completa de Introducción a la Historia no es un evento aislado ni un adorno tecnológico: Es una demostración concreta de que los entornos inmersivos llegaron para quedarse en la universidad. La combinación del rigor académico del profesor Warschauer, el compromiso de los estudiantes y el soporte técnico que brindamos desde Innovalab permite que decenas de jóvenes vivan el pasado de una manera que ningún libro ni video puede igualar.
En UCASAL seguimos avanzando hacia modelos educativos donde la innovación tecnológica no reemplaza, sino que multiplica las posibilidades del aula tradicional.
El metaverso ya no es el futuro: es el presente de una enseñanza más viva, inclusiva y memorable.